Sipnosis:
Rachel Taylor es una intrépida periodista para la que su trabajo es lo primero. Una de sus investigaciones la lleva a la plantación de Chase Elliot, un atractivo y rudo granjero que intenta mantenerla alejada de su propiedad. Pero Rachel no dará su brazo a torcer y hará todo lo posible para escribir lo que ella cree que es el reportaje de su vida, incluso desafiar a Chase abiertamente.
Lo que empieza como un choque de voluntades acabará como una irresistible atracción contra la que no podrán hacer nada. Sin embargo, la reticencia de Chase no es a lo único a lo que Rachel se debe enfrentar, pues un peligro desconocido la acecha amenazando todo lo que es importante para ella.
Sobre la historia:
“Toda la verdad” es la primera novela actual que publica Lola Rey. Llena de detalles sorprendentes cuenta la historia de Rachel. Acostumbrada a soportar las burlas y el desprecio por sus creencias cree estar preparada para enfrentar la incredulidad de Chase Elliot, para quien ella es poco más que una friki. Pero su desconcierto es enorme cuando descubre que las opiniones y pensamientos de ese hombre le importan mucho más de lo que está dispuesta a admitir y es que Chase ha logrado despertar en ella sentimientos que creía que no volvería a experimentar. Además de tratar de convencer al tozudo granjero de que le permita continuar con sus investigaciones, Rachel deberá enfrentar una amenaza para la que no está preparada aunque la fuerza de su determinación y los sentimientos cada vez más profundos que Chase despierta en ella la llevan a luchar sin importarle lo peligroso que pueda ser su enemigo.
Fragmento de la novela:
Rachel se incorporó y se obligó a tomar aire con fuerza tratando de tranquilizarse. No entendía por qué la incredulidad de Chase la dañaba tanto; tampoco era muy consciente de qué había sucedido para que, con unas pocas palabras ella hubiese llegado a ese punto de enfado; estaba acostumbrada a tratar con escépticos, por Dios, William Snarley se burlaba constantemente y de manera pública de ella y no recordaba ni una sola vez haberse sentido tan mal como se sentía en esos momentos. Chase también se levantó y se la quedó mirando como si acabase de lanzarle un reto.
- No son fantasías, hay evidencias que la ciencia no puede explicar y si no fueses un troglodita engreído sabrías que el que aparezca algo de esta envergadura de un día para otro es cuanto menos anómalo. — A esas alturas de la conversación Rachel respiraba con fuerza y había puesto las manos en jarras.
- ¡Está bien! ¡Prefiero ser un troglodita a ser un pirado! —Chase se había acercado a ella y levantaba ligeramente la voz—, uno de esos que va de aquí para allá viviendo del cuento, porque no se me ocurre una manera más absurda de malgastar una vida.
Rachel apretó los dientes hasta que casi se hizo daño y con horror sintió un picor en la garganta. Sus labios temblaron a pesar de mantenerlos fuertemente apretados y con espantado asombro se dio cuenta de que dos regueros de lágrimas resbalaban por sus mejillas.
- Rachel…
- ¡Déjame en paz! — Rachel pasó por su lado mientras caminaba a paso rápido, pero la mano de él atrapó su brazo y la detuvo.
- ¿Qué sucede Rachel?
- ¡He dicho que me dejes! ¡No quiero hablar contigo! —su voz se quebró y eso provocó que se sintiera terriblemente humillada.
- Rachel…lo siento, no pensé…
- No importa, por favor, déjame marchar.
Ella trataba de evitar mirar su rostro; él seguía agarrándola del brazo con suavidad y en ese preciso instante hizo algo asombroso: la acercó a su pecho y la abrazó.
Rachel apoyó las palmas de las manos sobre el ancho y fuerte pecho de Chase tratando de apartarse mientras él deslizaba sus manos por su espalda y la acercaba más a su cuerpo, impidiéndoselo. Una especie de descarga y un extraño calor inundó las extremidades de la joven que luchó contra la languidez y el deseo de recostar su cabeza contra ese pecho que tanto consuelo le brindaba. Tras unos desconcertantes segundos él la separó de su cuerpo y la miró con intensidad a los ojos. Ella comenzó a tranquilizarse y lo miró fijamente a su vez y entonces él secó las lágrimas de su rostro con los pulgares y los dejó apoyados a ambos lados de su boca. Su mirada se detuvo allí y ella entreabrió los labios mientras su cuerpo palpitaba de deseo adivinando que él iba a besarla. En lugar de eso Chase la soltó y ella sintió el impulso de abrazarse a sí misma, tratando de sustituir con sus propias manos el calor que él parecía haberse llevado consigo.
El 26 de mayo estará disponible esta novela para los lectores.
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