Creo que estoy en el sitio perfecto para hablar de raíces. Un
blog que lleva el nombre de Tolox. Un rincón del ciberespacio dedicado a la
tierra de la que broté. A la tierra que me hizo crecer y me convirtió en lo que
soy ahora y no en algo diferente.
Siempre he pensado que la suerte tiene que ver con aquello
que no podemos elegir, como la familia o el lugar donde naces, por ejemplo. Por
tanto este pueblo forma parte de nuestra suerte, y si no me creéis solo os pediré
que veáis con detenimiento algún telediario, y entonces, estoy segura que no podréis
evitar sentiros afortunados por este trozo de mundo que nos ha tocado habitar. Un
trozo de mundo que nunca ha visto un rifle. Un lugar alejado del miedo. De las
bombas. Del Zika. Del Ébola. Del hambre. Un sitio pequeño en el que cabe mucha
vida.
Por eso sobra decir que me siento orgullosa de mis raíces,
porque renegar de tus raíces es renegar de ti mismo, admitir que no te gusta
quien eres y que, si te dieran la oportunidad, borrarías tu vida y empezarías a
dibujar una nueva. Si yo volviera a empezar repetiría cada uno de los trazos
que me han traído hasta aquí, y lo volvería a hacer, sin dudarlo ni un momento,
sobre el blanco de este pueblo que me ha dado todo lo que soy. Porque este
sitio es mi casa, y no hay lugar en el mundo donde uno se sienta como en casa.
Sin embargo, y supongo que como le pasara a cualquiera, no
quiero pasarme la vida sin salir de casa. Quiero que mi hogar sea un lugar al
que siempre volver, no del que nunca salir. Por eso quiero volar lejos. Quiero
pisar otros suelos. Quiero inhalar otros aires. Quiero descubrir sabores.
Quiero escuchar la palabra amor pronunciada en el mayor número de idiomas
posible. Quiero visitar otras mentes. Quiero descubrir qué debemos aprender del
mundo y qué tenemos nosotros para enseñarle. Quiero volar llevando mis raíces siempre
conmigo, y no porque así deba ser, sino porque están tan dentro de mí que el
dolor que sentiría al arrancarlas sería insoportable.
Así que me despido dejando la frase de una película
llamada Sweet Home Alabama, que refleja y resume a la perfección lo que he
contado:
“Soy feliz en Nueva York Jake, pero luego vengo aquí y
también me va".
¿Desde cuándo tiene que ser lo uno o lo otro? "Se pueden
tener raíces, pero también alas.”
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